Los senderos pueden llevarle a los rincones más recónditos de las montañas (a veces incluso por encima de las nubes), o a zonas costeras. Entre cascadas y arroyos, acantilados y peñascos, bosques subtropicales y miradores con vistas al macizo montañoso o al océano, las sorpresas que nos depara el senderismo en Madeira se nos presentan a cada paso.