Sin embargo, no hay premio que reemplace la experiencia de una visita. Descubrir Porto Santo es descubrir un paisaje con el sabor de las olas, sumergirse en la transparencia de las aguas y sentir algo inexplicable. La salud y el bienestar van de la mano en la playa de Porto Santo, cuyas arenas tienen propiedades terapéuticas comprobadas y, al mismo tiempo, son un excelente lugar para relajarse.