Construido con el propósito de defender la entrada marítima a Funchal, el fuerte de São José es hoy un punto de interés muy especial. Por su importancia histórica, así como por la vista panorámica que ofrece sobre el Atlántico, es un monumento que debe incluirse en cualquier recorrido por la capital de Madeira.
Esta fortificación se alza sobre una formación rocosa conocida como «Ilhéu de São José» («islote de San José»). La historia cuenta que este fue el lugar donde João Gonçalves Zarco y Tristão Vaz Teixeira, los descubridores de Madeira, se refugiaron cuando llegaron a la isla, que entonces estaba cubierta por una densa vegetación.
Más tarde, a mediados del siglo XVIII, se construyó aquí el fuerte de São José. Cabe señalar que, en aquella época, el refuerzo de las infraestructuras defensivas de la ciudad era esencial, dado el papel central que desempeñaba el puerto de Funchal en los intercambios comerciales. Sin embargo, con la ocupación de Madeira por las tropas británicas entre 1801 y 1807, este fuerte acabó sirviendo de cuartel general para los invasores y, posteriormente, de prisión.
Durante mucho tiempo, el edificio estuvo infravalorado. Sin embargo, la innegable relevancia histórica, arquitectónica y cultural del fuerte de São José motivó el esfuerzo de revitalización de este espacio por parte de un particular que lo adquirió.
Detalles
La historia cuenta que el islote donde se construyó el fuerte de São José en el siglo XVIII fue el primer refugio de los descubridores de la isla cuando llegaron.
