La historia cuenta que el primer asentamiento de la ciudad de Funchal nació en la zona que hoy se llama «Zona Velha» (casco antiguo). El alto valor patrimonial y arquitectónico de esta parte de la ciudad la convierte en una visita obligada que merece experimentar durante el día y la noche.
El casco antiguo de Funchal es conocido por sus estrechas calles empedradas, embellecidas por las típicas fachadas de las casas antiguas. Con el proyecto «Portas Pintadas» («Puertas pintadas»), este entorno urbano se ha vuelto aún más atractivo. Se invitó a la comunidad artística a realizar intervenciones en las puertas y fachadas de los edificios, convirtiendo este espacio en una galería de arte al aire libre.
En el corazón de esta zona histórica se encuentra la capilla del Cuerpo Santo, uno de los pocos edificios del siglo XV que aún se conservan. A su vez, en una de las calles más antiguas de Funchal, la Rua de Santa Maria, se pueden encontrar varios negocios locales tradicionales, como la Fábrica de Chapéus (fábrica de sombreros) y la Fábrica de Botas de Vilão (fábrica de botas madeirenses). Siguiendo el camino empedrado de esta calle, se llega a la iglesia del Socorro, de estilo barroco, y a un pequeño mirador.
Sin embargo, además de una cuidadosa visita diurna, el casco antiguo también debe experimentarse por la noche: su conocida vida nocturna es una atracción imprescindible en la isla.
El casco antiguo de Funchal tiene un alto valor patrimonial y arquitectónico. Entre monumentos, tiendas tradicionales, restaurantes y bares, el entretenimiento está garantizado día y noche.
