Reservas naturales

Madeira cuenta con una serie de zonas terrestres y marítimas protegidas que la convierten en un destino ecológico, salvaguardado por el Parque Natural de Madeira (clasificado como Reserva Biogenética desde 1992), donde se puede encontrar flora y fauna raras en el mundo. Gracias a sus atributos geológicos, ecológicos y científicos, hay varios lugares en el archipiélago de Madeira designados como reservas naturales.

Se encuentran en zonas aisladas del Atlántico, como las islas Desertas, las islas Salvajes (la primera reserva nacional de Portugal) o los islotes que conforman la Red de Áreas Marinas Protegidas de Porto Santo. En la isla de Madeira, se puede acceder fácilmente a estos lugares mediante un viaje en teleférico, como la Reserva Natural de Rocha do Navio, y la Reserva Natural Parcial de Garajau, que está a solo unos minutos en coche de Funchal. Por ello, déjese deslumbrar por esta naturaleza viva, ampliamente conservada, pero totalmente accesible a todos aquellos que estén dispuestos a mantenerla intacta. Conozca las principales reservas naturales de Madeira

Explore la inmensidad de la playa dorada de Porto Santo, la singularidad de sus gentes y la riqueza de sus ecosistemas.

Una reserva natural creada para proteger la fauna marina de esta zona de gran importancia medioambiental.

Con una exuberante biodiversidad marina, es uno de los lugares preferidos por los buceadores y los amantes de la naturaleza salvaje.

Esta reserva, con tres islas y varios islotes subyacentes, alberga una gran biodiversidad. Es uno de los últimos reductos del lobo marino.

Las islas Salvajes, de origen volcánico, son el territorio portugués más meridional y constituyen un importante santuario de aves.

La zona costera de la isla de Porto Santo, que incluye varios islotes, alberga un valioso y protegido patrimonio natural.