Para conocer la historia de Madeira hay que remontarse al año 1418, cuando los navegantes liderados por João Gonçalves Zarco avistaron, tras muchos días a la deriva en alta mar, una pequeña isla que les salvó de un fatídico destino. Un puerto seguro al que se le llamó «Porto Santo». Un año después, en 1419, llegaron a una isla a la que apodaron «Madeira» («Madera»), debido a la abundancia de esta materia prima.