Una tarde especial para explorar la ciudad de Funchal

Nuestra encantadora experiencia en el centro de la ciudad
Madeira Blog 1
Digital Travel Couple
Descubrimientos emocionantes para dos
Fecha:
may. 06, 2024
Tiempo de lectura:
-min
Funchal nos parece un cuento de hadas moderno, donde las pequeñas calles empedradas se mezclan con edificios históricos y un impresionante telón de fondo de montañas. Contemplar Funchal desde un mirador es casi como apreciar una pintura de la vida real, con tejados anaranjados, el reluciente océano Atlántico y verdes montañas que abrazan la ciudad costera.
Después de unos meses viviendo en Calheta, queríamos cambiar de aires, y con las fiestas de Navidad y Nochevieja a la vuelta de la esquina, pensamos que no había mejor momento para mudarnos a Funchal... ¡y dimos en el clavo!

Funchal Madeira

En una cálida tarde de diciembre, exploramos por primera vez la ciudad de Funchal como es debido. Oh, nos gustan tanto estos días cálidos de invierno... ¿En qué lugar de Europa es posible caminar en manga corta en la estación más fría del año? Empezamos el día en el hermoso parque de Santa Catarina, un lugar tranquilo con bastante césped y un lago. Estuvimos dando un paseo y vimos innumerables especies de árboles, flores y hierbas aromáticas. ¡Madeira está superverde incluso en invierno! Nos sentamos un rato en un banco, con vistas al puerto de Funchal y a la hermosa bahía. Fue un comienzo encantador para nuestra tarde explorando la ciudad.

Funchal Madeira

Seguimos nuestro camino hasta el palacio de S. Lourenço, que se encuentra a lo largo del paseo marítimo de Funchal. Este fuerte del siglo XVI es ahora un museo militar y es impresionante verlo por dentro y por fuera. Continuamos nuestro camino hasta la emblemática catedral, una iglesia de estilo gótico que se remonta al siglo XV. La iglesia está clasificada como monumento nacional desde 1910 y tiene uno de los techos más bonitos de Portugal. ¡Obviamente teníamos que verlo con nuestros propios ojos! Así que entramos para admirar las obras de arte y los bellos detalles de esta iglesia. Es alucinante el esfuerzo y la atención al detalle que se han puesto en la construcción del techo.

Funchal Madeira

Tras explorar los bellos edificios históricos de Funchal, llegó la hora de comer algo y explorar el Mercado dos Lavradores. Este bullicioso mercado de agricultores está repleto de coloridos puestos en los que se venden todo tipo de frutas, verduras, hierbas aromáticas y pescado fresco. Nos estábamos dejando llevar por los sonidos y los olores mientras disfrutábamos del paseo, ¡pero nos entró hambre!

Funchal Madeira

Se acercaba la hora de merendar y tomar algo, así que continuamos nuestro camino hacia el casco antiguo, también conocido como «Zona Velha» por los lugareños. Las encantadoras y estrechas calles empedradas, bordeadas de edificios antiguos con preciosas terrazas e iglesias tradicionales, son una parada perfecta. Algunas de las plazas más pintorescas y los mejores lugares para comer o beber algo están cerca de la capilla del Corpo Santo. Esta zona es muy idílica y tiene mucha historia. La capilla del Corpo Santo data del siglo XV y es uno de los pocos edificios que quedan en pie de esta época. Los demás edificios, llenos de color, realzan el ambiente de este lugar. Encontramos una mesa en el exterior con unas vistas preciosas y pedimos algo de comer y beber antes de seguir explorando el casco antiguo.

Funchal Madeira

Tras esta pequeña pausa, ambos estábamos listos para seguir caminando, y como el sol desaparecía lentamente tras los edificios, optamos por dirigirnos al paseo marítimo. En diciembre, el sol se pone sobre las seis de la tarde, y como a los dos nos encanta contemplar el atardecer, teníamos una única misión: encontrar un buen sitio para ver el sol desaparecer. Eran poco más de las cinco de la tarde cuando nos acercamos a la amarillenta fortaleza de S. Tiago. Esta fortaleza del siglo XVIII ofrece hermosas vistas sobre la ciudad y el océano, y descubrimos que su principal propósito era defender Funchal de los ataques de los piratas, algo que ocurría a menudo en Madeira.

Funchal Madeira

En ese momento, el océano se transformaba en un mar de diamantes centelleantes al reflejarse la luz dorada del sol en su superficie. La puesta de sol siempre ha sido un momento especial para nosotros, y a menudo nos tomamos nuestro tiempo para contemplarla mientras pensamos en nuestro día y en la vida en general. Ponemos la vida en pausa para estar presentes y agradecidos al mismo tiempo que contemplamos las impresionantes vistas. Encontramos un bonito lugar cerca de la fortaleza de S. Tiago para sentarnos y observar cómo los últimos rayos de sol desaparecían en el océano.

Funchal Madeira

Y entre unas cosas y otras, ¡ya era hora de cenar! Hay tantos restaurantes en Funchal que se hace difícil elegir uno, pero como nos enamoramos del casco antiguo, decidimos cenar allí. Atravesamos la encantadora calle de Santa Maria, donde vimos hermosas obras de arte callejero adornando algunas de las paredes. Nos sentamos en uno de los restaurantes locales y nos deleitaron con comida deliciosa y una sangría... Fue, sin lugar a dudas, una cena en el paraíso.

Funchal Madeira

Para terminar el día como hacen los lugareños, decidimos tomar una poncha después de cenar. Esta bebida alcohólica tradicional se elabora con aguardiente de caña de azúcar, zumo de naranja o limón y miel. Pedimos dos distintas para poder saborear las diferencias. Estaba deliciosa, y no había mejor forma de terminar este día dedicado a explorar esta increíble ciudad que es Funchal.
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